El IVA de la luz vuelve el 1 de julio a bajar al 10 % y se mantiene el 0 % a un grupo de alimentos básicos hasta el 30 de septiembre
Una nueva alza del precio de la luz durante el mes de junio devolverá el IVA al 10 % el 1 de julio, tras cuatro meses gravada de nuevo al 21 %, salvo para los beneficiarios del bono social. Durante estos cuatro meses, el IPC ha subido de forma sostenida pero constante: del 2,8 % en febrero al último dato, 3,6 %, con el que cerró mayo. En parte, ha sido propiciado por el encarecimiento del suministro eléctrico.
Hoy, de hecho, hemos conocido el IPC adelantado de junio y, si bien retrocede ligeramente con respecto a mayo en 2 décimas, sigue siendo superior al de febrero: 3,4 %. Llama la atención que baja porque los precios de la alimentación “aumentan, pero menos que en el mismo mes del año anterior”. Es decir, continúa el alza de los precios de los alimentos.
La otra medida tributaria que entra en vigor el 1 de julio es la prórroga del IVA de los alimentos, aunque no será en las mismas condiciones que hasta ahora. En este último semestre, los productos con medidas provisionales de IVA se dividen en dos grupos. Así, el primer grupo, los alimentos considerados de primera necesidad, seguirán sin IVA hasta el 30 de septiembre. Pero el 1 de octubre, y durante el último trimestre, se gravarán con un 2 %, antes de recuperar el IVA superreducido del 4 %.
En este grupo que tendrá un IVA del 0 % de julio a septiembre se incluirá, por primera vez, el aceite de oliva. Su precio se ha triplicado en los últimos dos años.
Pero un segundo grupo de alimentos, como pastas y aceites de semilla, elevan su IVA al 5 % en la primera etapa. Después, el 1 de octubre, subirá al 7,5 %. Y, finalmente, en 2025 estos alimentos recuperarán el 10 % de IVA.
El vaivén de los precios de la luz
“La economía familiar no puede estar pendiente de las subidas y bajadas del precio de la energía para saber si este mes pagan un 10 % de IVA o un 21 %”, sentencia Joaquín Pérez, secretario general de USO.
“Y, en todo caso, un IVA del 21 %, para un producto tan básico como la luz es completamente inasumible en cualquier escenario. Mucho más, en un contexto de constante subida de precios en los últimos años y una pérdida de poder adquisitivo de los salarios”, continúa Pérez.
Por ello, el secretario general de USO insiste en la postura de nuestro sindicato: “ni prórrogas ni parches. España debe contar por fin con un sistema fiscal sólido y estable, adaptado a las necesidades de la población y de las arcas públicas. En estos días, hemos visto cómo es posible un entendimiento entre los dos grandes grupos parlamentarios para algunos puntos. Lo mismo pedimos para una reforma fiscal: amplio consenso en beneficio de todos. El suministro del hogar y los alimentos básicos deben soportar la menor carga impositiva posible”.
Control de la bajada del IVA a los alimentos
Con respecto a los alimentos, Joaquín Pérez lamenta que “a pesar de esa bajada del IVA, los precios han seguido aumentando. Creemos que no es solo una cuestión de rebajar la presión fiscal, sino de controlar que esa bajada no se queda por el camino. Las grandes cadenas de distribución no han hecho más que aumentar beneficios, mientras las familias seguían pagando los alimentos más caros y el Estado no ingresaba el IVA. Si el alivio en el gravamen no se ha notado en el bolsillo de la gente, es que la medida, bien intencionada, no está bien planteada”.
En ese sentido, el secretario general de USO lamenta que “no se establecieron mecanismos de seguimiento. La pelota fue pasando de Consumo a Competencia y de Competencia a Consumo, pero la realidad es que los precios absorbieron de largo la rebaja fiscal. Además de promulgar decretos, es necesario también planificar cómo va a vigilarse su cumplimiento”.
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